La policía local niega que exista “acoso policial” a los propietarios de perros, como denunciaban hace unos días en este periódico algunos dueños que frecuentan los parques de Varela y Juan Carlos I.
Desde el sindicato Unión de Policía Local y Bomberos de Andalucía en Cádiz destacan que “la policía actúa en el ejercicio de sus funciones para que se cumpla con las normas más elementales de convivencia, vigilando para que el cumplimiento de los deberes de algunos (cada vez menos) dueños de perros no entren en colisión con los derechos de la ciudadanía en general”. Y consideran “desacertado e incierto” afirmar que están teniendo una actitud de acoso y derribo con las personas que pasean sueltos a sus canes y que son tratados como delincuentes, “justificando su incívica acción en que no hacen nada malo”.
En una nota, la policía informa que en 2011, se han interpuesto 55 denuncias por perros sueltos, 35 por carecer de microchip de identificación, 27 por perros peligrosos sin autorización o sin bozal y 10 por no recoger las defecaciones. “Es obvio que con los datos de las denuncias interpuestas, ante un censo de más de 12.000 canes en la ciudad, podemos considerar en cierto modo hasta bastante permisiva o benévola la actuación de oficio de la policía en este cometido”, señalan.
Añaden que no hay que olvidar “de forma interesada como hacen ellos”, que existen muchas quejas y requerimientos de ciudadanos “para que actuemos contra los dueños que pasean sueltos a sus perros y contra todo lo referente al incumplimiento de las ordenanzas”.
Y aseguran que comparten y apoyan “su legítimo derecho” de reclamar al Ayuntamiento espacios públicos para esparcimiento de sus animales, “pero la carencia de los mismos no les faculta en un estado de derecho a obviar sus obligaciones y, por supuesto, la policía local no es culpable ni de una cosa ni de la otra, simplemente nos limitamos a cumplir con nuestra obligación”.
Reconocen que en los últimos años ha mejorado mucho la “imagen” de Cádiz en relación con la tenencia de animales, “sin embargo aún es envidiable la imagen de otras ciudades en este sentido, en todos los aspectos, que van desde el comportamiento de los dueños, la colaboración ciudadana y el grado de implicación del Ayuntamiento competente en dotar de equipamientos y espacios para los animales”.