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Quejas en la Policía por tener que custodiar el ‘pájaro-jaula’

Los agentes de la Policía Local han mostrado su malestar ante las nuevas responsabilidades que se les están adjudicando sin ser su competencia “mientras se desatienden los servicios propios del cuerpo”. La gota que ha colmado el vaso ha sido el establecimiento de turnos de vigilancia para custodiar el monumento a la Constitución de 1978, el pájaro-jaula instalado frente a las Puertas de Tierra.

El Sindicato de la Policía Local (SPL) ha recibido decenas de denuncias de sus afiliados, quejándose de esta nueva tarea que, según manifiestan, se viene desempeñando desde hace más de una semana (concretamente, desde el pasado día 30 de abril). Los agentes expresan su “más enérgica protesta” por una vigilancia en tres turnos (mañana, tarde y noche) de la escultura y han calificado de “barbaridad” que “haya que estar día y noche con un patrullero fijo en la zona vigilando dicha figura”, mientras que “en la mayoría de los turnos sólo hay una dotación para atender a los requerimientos de la central”, apostillan.

Para los agentes locales, mientras se está vigilando una escultura, “se deja de atender como es debido al resto de la ciudad”, lo que achacan al “capricho” de los políticos y la aceptación de los superiores de la Jefatura. Y ello, lo único que provoca es que la ciudad esté “desatendida” con relación a los servicios propios de la Policía Local, puesto que el cuerpo ha visto cómo, en los últimos años, se les ha incrementado las competencias a pesar de que los turnos ya están suficientemente mermados y faltos de personal.

Ante estas quejas, fuentes del Ayuntamiento de Cádiz confirmaron ayer que se trató de una medida “puntual”, que se llevó a cabo “durante los primeros días” tras la inauguración “por precaución” y para evitar actos vandálicos. Aseguraron que, a día de ayer, ya no estaba operativo dicho servicio policial.

 Guardajardines y custodios de la metadona

 No es la primera vez que la Policía Local muestra su descontento ante el aumento de servicios que no son su competencia, mientras la plantilla se mantiene mermada y sin miras a un incremento que venga a paliar la escasez de personal para dar un servicio adecuado.

La custodia de la metadona fue la primera batalla, en la que los agentes locales abanderaron una campaña para eliminar esta tarea de sus funciones. Se iniciaron conversaciones entre administraciones, llegándose al acuerdo de contratar vigilancia privada para custodiarla, aunque la intención cayó en saco roto.

A ello se suma el servicio de guardajardines, que asumió la Policía Local hace ya tiempo con la responsabilidad de abrir y cerrar los parques, algo que no es su responsabilidad y porque “parece que es más importante abrir las plazas al inicio del servicio que otras cuestiones”. Y a lo anterior, se ha sumado esta nueva tarea, la vigilancia de los monumentos, en concreto el ‘pájaro-jaula’, una actuación que ha obligado a que se disponga una patrulla durante la mañana, tarde y noche, mientras que los servicios propios del cuerpo se ven mermados y sin refuerzos.

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