Un total de 250 policías locales de la provincia de Cádiz, de los que 45 están adscritos al Ayuntamiento gaditano, acudieron ayer miércoles a la manifestación convocada por la Confederación de Seguridad Local y la Coordinadora de Policías, según informó en su trayecto de vuelta a la ciudad Francisco Ramas, secretario general del Sindicato de la Policía Local (SPL) y coordinador provincial de la Unión de Policías Locales y Bomberos (UPLB).
Ramas destacó el transcurso pacífico de la manifestación que se inició temprano en la calle Atocha de Madrid para llegar hasta la emblemática Plaza Mayor, donde se hizo lectura de un manifiesto que acabó con un lanzamiento de gorras al aire al más puro estilo de graduación universitaria.
El objetivo es, según recuerda Francisco Ramas, “exigir que se reconozcan nuestras funciones como profesión de riesgo y se reduzca la edad de jubilación policial”.
Unas reclamaciones que realizan en bases a dos estudios sobre el deterioro psicofísico y sobre el modelo policial español, en los que “se pone de manifiesto la necesidad de adelantar la edad de jubilación del colectivo por la peligrosidad, penosidad y toxicidad del servicio”. Ambos documentos inciden, se añade, en la urgencia de hacer frente a un envejecimiento progresivo de las plantillas que merma notablemente su capacidad de respuesta ante la inseguridad ciudadana.
Explican de este modo que abordar esta realidad es algo necesario cuando la edad media de las plantillas es elevada (42 años) y sigue aumentando. Algo que consideran que repercutirá en unos años en “una merma de la eficacia y calidad del servicio y en la lucha contra el creciente aumento de la delincuencia y criminalidad”.
Por otra parte recuerdan que la edad de jubilación de los policías locales está establecida en los 65 años mientras que la de las policías estatales y los bomberos está en los 60; “hay que equiparar las condiciones de nuestro colectivo con otros por su peligrosidad y que sea reconocida como profesión de riesgo”.
Ramas quiso destacar que 48 horas antes de la movilización recibieron un escrito elaborado por los sindicatos mayoritarios en el que se desmarcaban de la manifestación al considerar que “este tipo de acciones no hacen otra cosa sino “romper el diálogo social”.